jueves, 6 de marzo de 2014

No acostumbro colocar en mi muro correspondencia privada, ni mucho menos mensajes extensos, pero por el respeto y cariño que le tengo a la persona que me dirige esta carta por vía del correo electrónico, desde la hermana República de Venezuela, a quien mantengo en el anonimato por razones obvias, por su valor testimonial histórico, paso a copiarla aquí. No sin antes decir, que el pueblo de Venezuela, forjado a la luz del mismo mar Caribe que une nuestras costas, encuentra todo el respaldo y respeto de los panameños, entre hermanos las disculpas no son necesarias. Viva Venezuela. 

 " Los hechos sucedidos el día de ayer contra su país por parte del oprobioso gobierno venezolano, me motivan a enviarle el presente email lleno de vergüenza ajena pero en ejercicio de la auténtica idiosincrasia del pueblo venezolano. Quiero en mi nombre, en el de mi familia, y en el de los millones de venezolanos que como yo nos encontramos en una lucha pacífica pero inflexible en contra de todo lo que nos ha tocado vivir en los últimos 16 años, hacerle llegar a usted y a sus compatriotas panameños, mis disculpas mas sinceras, no solo por el hecho de la estúpida postura de ruptura de relaciones diplomáticas y comerciales con Panamá, si no además por las soeces expresiones que tuvo el señor Maduro en contra del Presidente Martinelli, que puede o no ser un presidente cuya gestión sea avalada por los únicos a quienes corresponde evaluarla, el pueblo de Panamá, si no que es el Presidente en ejercicio de un país y de un pueblo hermano, amigo, con quienes los venezolanos tenemos no solo coincidencias en nuestros patrones culturales, si no muchos años de amistad y relaciones comerciales que siempre han estado regidas por el respeto mutuo y la cordialidad y cariño que nos caracteriza como venezolanos y panameños. Sepa usted que esa ruptura e insultos los hace el gobierno venezolano, no la mayoría del pueblo venezolano, que hoy nos encontramos en medio de una lucha por la reivindicación de nuestros derechos y el rescate de un rico país que hoy vive en la miseria que nos ha sembrado un gobierno corrupto, ineficiente y criminal como el que fraudulentamente nos gobierna. Desde mi punto de vista, y de el de la mayoría de los venezolanos, a Panamá le debemos agradecimiento profundo por ser el UNICO país que ha concretado en hechos, como lo es su iniciativa en la OEA, una posición firme y muy clara con respecto a la auténtica situación en que vivimos en Venezuela, y agradecemos profundamente el apoyo que nos brinda su país a los venezolanos decentes y trabajadores, que somos mayoría en medio de este desastre, donde nuestra palabra y mensajes son rebatidos con balas, donde están muriendo jóvenes, hombres mujeres y niños, en una lucha desigual, basada estrictamente en principios Constitucionales y democráticos, muerte aplicada por mercenarios cubanos, esbirros a quienes se ha dotado de uniforme y armas de nuestra Guardia Nacional y Policía, y fuerzas paramilitares asalariadas por el gobierno, conformadas por hampones de la mas baja condición criminal. Usted sabe de mi profundo agradecimiento con su país, que ha recibido a mis dos hijas mayores a quienes liberé de esta opresión dada su juventud y pensando en su futuro, esperanzado siempre en que algún día podríamos librarnos de esto y pudieran ellas tener un país con futuro, ya que a mi edad se es presente, no futuro, y pensando solo en ellas tomé la dura decisión de separarme de lo que mas ama una persona en su vida, sus hijos, y las llevé a un país hermano, abierto, libre y democrático, como lo es Panamá. Disculpe el haberme extendido tanto. La vergüenza ajena que siento me lleva a rogarle haga usted llegar mis disculpas a su familia y a quién usted considere. Sepan los panameños que esta ruptura de relaciones e insultos fueron hechos precisamente por aquello que estamos combatiendo, y no por el pueblo venezolano que mayoritariamente enfrenta este régimen donde, le repito, nuestra palabra es combatida con balas, tortura y represión."

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